Introducción
Durante el tiempo que llevo trabajando en
la Biblioteca Cuicamatini de la Facultad de Música de la UNAM, he escuchado en
múltiples ocasiones, un mito urbano en el que afirman que: “Ha habido personas
que han muerto por hongos”; en un principio tan sólo me concreté a escuchar, pues,
al final de cuentas, no contaba con los fundamentos para afirmar o negar dicha
aseveración.
Sin embargo el tiempo ha transcurrido y
dicho mito urbano sigue circulando por los pasillos, lo que casi nadie sabe es
que de 1994 a la fecha, las diferentes administraciones de la Biblioteca
Cuicamatini han tenido la precaución de realizar fumigaciones profundas para
papel contratando empresas especializadas, estas desinfecciones, por sus
características especiales, no se han hecho de manera constante, pero las
precauciones que se han tomado han sido varias, como por ejemplo:
• No admitir material con humedad
• Detección constante de irregularidades
para, en su caso, aislar y dar de baja el material contaminado.
Lo anterior como medidas necesarias para
que no se contagie el resto del acervo.
A continuación les comparto la opinión del
Maestro en Ciencias en Salud Ocupacional, Seguridad e Higiene, Rafael García
Martínez en cuanto a factores físicos que influyen en la formación de agentes
biológicos dañinos para la salud del
personal y las Medidas de prevención necesarias.
María del Consuelo García Martínez
Licenciada en Bibliotecología
Técnico Académico
Factores Físicos que influyen en la formación de Agentes Biológicos
dañinos para la Salud del Personal
Los factores
ambientales – temperatura, humedad, luz y contaminación atmosférica – son los
responsables, en muchos casos, de alteraciones de tipo físico-químico y
biológico.
De todos los factores
ambientales, el más importante respecto a su control para la conservación de
los materiales de archivo es la humedad. Es quizá el factor que presenta una
mayor dificultad para el mantenimiento de su estabilidad, pues la humedad está
en relación con la temperatura, la ventilación, etc., y también es aquel cuyo
control resulta más importante, ya que es uno de los factores que favorece al
desarrollo de agentes biológicos. (Bello, 2002)
Son
múltiples los agentes biológicos que producen alteraciones de nuestros
documentos: roedores, insectos, hongos y bacterias son los más destacables. (Crespo, 1985)
Agentes Biológicos
Los agentes
biológicos los podemos dividir en dos grupos bibliófagos, (que gustan de
consumir papel y madera), a los que pertenecen la cucaracha, escarabajo,
gusanos, termitas, piojos, comején y las hormigas, los cuales se reproducen en
ambientes húmedos y oscuros; y los microorganismos, formados por dos grandes
grupos, los hongos y las bacterias, cuya presencia trae consigo la infección de
los documentos. (Bernal, 2010)
A continuación
daremos una breve descripción de cada uno y sus efectos sobre la salud.
Hongos:
“Moho"
es la palabra comúnmente empleada para
designar a los hongos criptográmicos,
esto es, los que se propagan mediante
esporas. (Crespo, 1985) http://unesdoc.unesco.org/images/0006/000635/063519so.pdf
Hongos filamentosos
(moho) y hongos carnosos, el tallo (cuerpo) de los hongos filamentosos o
carnosos está formado por filamentos largos de células unidas; estos filamentos
que se denominan hifas, pueden crecer
hasta proporciones inmensas. (Tortora, 2007)
En México José Luis
Osorio Juárez, del Archivo General del Consejo de la Judicatura Federal,
presentó los resultados de la investigación: Detección de hongos causantes de biodeterioro en los archivos del
Consejo de la Judicatura Federal, realizada con apoyo de la Facultad de Medicina.
Fueron descubiertas
94 plagas distintas, con 119 colonias, en los espacios de Archivo General,
Archivo Histórico, Archivo de Concentración, Centro de Atención de Documentos,
Área de Limpieza y Desinfección, Área de Resguardo Temporal y Digitalización.
Esta
cifra, explicó, es mínima en comparación con las mil 271 colonias encontradas
en el Almacén General. Algunos de los organismos encontrados pertenecen a los
géneros Penicillium, Cladosporium,
Aspergillus y Alternaria, entre
otros. http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2011_554.html
La inhalación de
estructuras fúngicas puede inducir en personas sensibles, patología alérgica
respiratoria, tanto en las vías aéreas superiores como inferiores; las
principales moléculas fúngicas involucradas en la fisiopatología de las
alergias respiratorias, pueden desencadenar reacciones de hipersensibilidad de
tipo I, (caracterizadas como cuadro de rinitis y asma), o anafiláctica. Los
hongos más importantes desde el punto de vista alergológico, por su elevada
cantidad en el ambiente y potencia alergénica, pertenecen a los géneros Alternaria, Cladosporium, Penicillium,
Aspergillus, Fusarium, Helminthosporium, Epicoccum, Mucor, Rhizopus y Aureobasidiu, y a basidiomicetos tales
como Schizophyllum comune.
(Rodríguez, 2008)
1. De entre estas la más común en cualquier ambiente donde se produzca moho
es Aspergillus, que puede generar
otros efectos en el organismo, no sólo de hipersensibilidad sino también de
intoxicación por su ingestión y de invasión, nos referimos a la invasión de
tejidos y órganos por hongos de este género; para estas situaciones, debe haber
un estado de inmunodepresión (defensas bajas), paciente hipersensibles o en contacto
con material contaminado. http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/micologia/aspergilosis.html
2. El segundo más común es del género Penicillium,
el riesgo de inhalarlo en el caso de que sean individuos debilitados
inmunológicamente, presentan infecciones del tracto respiratorio, el cual puede
extenderse a través de los vasos sanguíneos, afectando el fluido
cerebroespinal, riñones y endocardio, siendo así, un agente fatal. (Leite,
2012)
3. El Cladosporium, en el humano
puede causar infecciones, en especial en pacientes inmunodeprimidos ocasionando
generalmente micosis cutánea e infecciones del sistema nervioso, además de
infecciones en senos paranasales e infecciones de vías aéreas inferiores.
(Garnica, 2012)
4.
Los hongos del género
Alternaria, afectan principalmente a
personas debilitadas inmunológicamente, normalmente son micosis superficiales
(p.e. onicomicosis), cutáneas y subcutáneas y en raras ocasiones sistémicas
(p.e. encefalitis). http://www.insht.es/RiesgosBiologicos/Contenidos/Fichas%20de%20agentes%20biologicos/Fichas/Alter%20spp.pdf
Bacterias
Distinguir a simple
vista si un documento está infectado por hongos o bacterias suele resultar
complicado si no tenemos constancia de terciopelo superficial o micelio
evidente; por ello, ante un ataque masivo de microorganismos es recomendable
que se realicen análisis biológicos que nos confirmen qué tipo de
microorganismo es.
Es muy frecuente
encontrar papeles con múltiples manchas de color marrón, algunos investigadores
creen que es un microorganismo, cuyos ácidos orgánicos reaccionan químicamente
con las impurezas de origen metálico del papel dando lugar a un proceso de
oxidación, a este tipo de manchas se les denomina Foxing (imagen 1), actualmente todavía hay muchas dudas para
determinar su origen y hay otros investigadores que abonan la idea de que es
una variedad de hongo Aspergillus
(Bello, 2002)
Imagen 1.
Roedores y Aves
El
asma y las alergias relacionadas con animales son reacciones exageradas del
sistema inmunológico del cuerpo a las proteínas animales, también conocidas
como alérgenos. Las fuentes de estos alérgenos son, entre otras, la caspa
animal, las escamas, el pelaje o piel, los desechos corporales y la saliva.
La inhalación es una
de las formas más comunes en la que los alérgenos entran al cuerpo; después de
un período de tiempo (a menudo de varios meses y en ocasiones años), los
trabajadores pueden haber inhalado cantidades suficientes de alérgenos para
hacerse sensibles, es decir, se manifiestan síntomas si se exponen otra vez,
aun a partículas muy pequeñas de estas sustancias.
Las fuentes de
exposición a los alérgenos animales varían de acuerdo con las especies de
animales. Por ejemplo, los más importantes han sido encontrados en la orina de
ratas y en la orina, saliva y en la piel de los conejillos de indias (cobayas),
la orina de las ratas contiene cantidades significativas de una proteína que
también se encuentra en las muestras de polvo de los sistemas de ventilación de
instalaciones que albergan animales.
La exposición a
ratas, ratones y conejos ha sido relacionada frecuentemente con la aparición
del asma ocupacional; la exposición a los pájaros se ha asociado con otras
enfermedades respiratorias, entre ellas, la neumonitis por hipersensibilidad; una
persona que se vuelve alérgica a una especie de animales, puede tener también
reacciones a otras especies. Aun cuando sea baja la exposición a una de estas
fuentes comunes de alérgenos animales puede ocasionar alergias, pero el riesgo
aumenta a medida que se incrementa la exposición del trabajador (Bernal, 2010).
Efectos sobre la
salud
La exposición a los alérgenos
de animales transportados por el aire puede ocasionar inicialmente irritación
nasal, de los ojos y de la garganta así como urticaria en la piel, casi el 50%
de los trabajadores que tienen estos síntomas empiezan a presentar síntomas de
asma como episodios recurrentes de tos, jadeo, presión en el pecho y dificultad
para respirar, usualmente, los síntomas nasales aparecen primero, el asma
ocupacional sin síntomas nasales no es común, una vez que la persona se ha
sensibilizado a los animales, los síntomas de las alergias pueden presentarse a
sólo unos pocos minutos de la exposición o pueden demorarse en aparecer hasta 8
horas o más. En casos graves, pueden presentarse reacciones anafilácticas,
(entre ellas el shock), aunque esto es de muy rara ocurrencia. http://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/97-116_sp/
Insectos
Se ha informado
también sobre especies diferentes a los mamíferos que causan síntomas
respiratorios, por ejemplo, varios tipos de insectos.
Muchos
insectos son responsables de diferentes enfermedades alérgicas de las vías
respiratorias, debido a que sus segmentos corporales funcionan como antígenos
inhalables, de hecho la mayor parte de los alérgenos clínicamente importantes
se encuentran en el polvo de las casas. (Morfin, 2003)
Dentro de los
archivos y bibliotecas es muy frecuente encontrar insectos que viven a expensas
de los materiales constituyentes de los libros, documentos, planos, grabados,
etc., son insectos que se alimentan de celulosa, de colas, de piel, etc.
(Bello, 2002)
-
Lepisma
La Lepisma saccharina se conoce en México
como “pececito de plata”, se trata de un hexápodo cosmopolita sin alas que no
tiene metamorfosis y que posee tres filamentos más cortos que su cuerpo en el
extremo caudal, este insecto es considerado longevo ya que puede vivir hasta 5
años.
Los segmentos de Lepisma saccharina se encuentran por lo
común, en el polvo de las casas, su participación en el desarrollo de las
enfermedades alérgicas de las vías aéreas no se ha investigado.
Morfin y Mendoza,
hace notar que pacientes que presentaron alergias negando la presencia de
cucarachas en sus casas, presentaron mejoría transitoria de su cuadro posterior
a la fumigación de sus casas, en donde en el polvo se encontraba presencia de
Lepisma. (Morfin, 2003)
-
Cucarachas
La mayoría de las
cucarachas son plagas nocturnas ya que caminan y se alimentan por la noche y se
esconden en lugares oscuros durante el día.
Enfermedades
producidas por diversos organismos como las bacterias, se pueden establecer en
el cuerpo de las cucarachas, así como diversas y severas enfermedades de tipo
digestivo se han transmitido de manera experimental; diversos tipos de
gastroenteritis aparecen como las principales enfermedades transmitidas por las
cucarachas; los agentes patógenos que producen estas enfermedades, son
transportados en las patas y cuerpos de las cucarachas, el excremento y mudas
también contienen numerosos alérgenos que afectan ojos y piel, pero uno de los
más importantes, son los que producen asma; cualquier tipo de contacto con las
cucarachas puede producir las enfermedades antes mencionadas, sin embargo no
están asociados con enfermedades epidémicas. http://www.respyn.uanl.mx/vi/3/ensayos/biologiadecucarachas_abcd.htm
-
Piojo del Libro
Los piojos de los
libros, también llamados psocopteros, no son piojos en verdad. Aunque se
asemejan a los piojos en forma y tamaño, los piojos de los libros se alimentan
sólo del moho y hongos, sus patas traseras son más gruesas que las otras cuatro
y se parecen a las patas de insectos saltarines, los piojos de los libros no
saltan, pero corren con bastante velocidad; los piojos de los libros no muerden,
no transmiten enfermedades, no dañan los
alimentos o las telas.
El piojo de los
libros se alimenta del moho e invadirá los cereales y materiales similares que
sostienen el crecimiento del moho. http://ento.psu.edu/extension/factsheets/booklice
-
Termitas
Son insectos que
viven en comunidad atacando a la madera en todas sus formas: madera sólida o
maciza, laminada, tableros, papel, etc., y destruyéndola en los edificios mal conservados,
tanto en exteriores como en interiores, cuando su puesto en obra se realiza en
contacto más o menos directo al suelo.
Se conocen alrededor
de 2800 especies de termitas, la gran mayoría de las cuales se encuentran en
zonas tropicales y sólo unas 80 constituyen algún riesgo económico. (Zanni,
2008)
Hasta el momento, no
se ha demostrado que generen algún riesgo a la salud.
-
Carcoma
También conocidos como gusanos del libro. Es un nombre muy genérico para
designar las larvas de muchas especies bibliófagas de comportamiento muy
similar. El insecto deposita sus huevos relativamente superficiales y es la
larva la que ejerce la acción perforadora segregando una sustancia gomosa que
pega las hojas entre sí. Excreta un fino polvillo depositado en los túneles y
en las estanterías que contienen los libros o documentos afectados. Permanece empapado
en los túneles y emerge al exterior como insecto alado para reanudar su ciclo
vital. A este grupo pertenecen los anóbidos, insectos del orden de los
coleópteros (comúnmente conocidos como escarabajos) de múltiples especies.
Habitantes frecuentes de los archivos y bibliotecas de las zonas húmedas y
templadas (zona mediterránea, p.e.). La larva puede vivir empupada incluso años
si las condiciones ambientales le son adversas. (http://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/Libros2011/QH77.P8B562011.pdf)
Hasta el momento no se ha comprobado que generen algún riesgo a la salud.
-
Ácaros
Los ácaros están
presentes en casi todos los hábitats terrestres, marinos y dulceacuícolas.
Aunque no existen ácaros voladores activos, estos artrópodos también se
encuentran en el ambiente aéreo dispersados por el viento o por aerosoles
debido a su pequeño tamaño. Factores ambientales como la temperatura, la
humedad relativa ambiental y la disponibilidad de alimento son importantes en
el desarrollo de los ácaros, estas condiciones varían en función de las
especies de ácaros.
Desde el punto de
vista sanitario, los ácaros tienen importancia como vectores de enfermedades y
como causantes de enfermedades alérgicas.
En este último caso,
pueden derivar en asma bronquial, siendo la causa de la enfermedad la presencia
en el ambiente de los alérgenos presentes en los restos de mudas o heces, que
provocan en el organismo la reacción alérgica. Estos mismos ácaros, al
manipular el hábitat donde viven (granos almacenados, por ejemplo), pueden
producir dermatitis alérgica. La ingestión de productos contaminados por ácaros
puede ocasionar reacciones anafilácticas. http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/601a700/ntp_652.pdf
En resumen, los
agentes biológicos mencionados, (con excepción de las termitas, carcoma y piojo
de los libros), puede condicionar a padecimientos respiratorios, (rinitis
alergia, asma), ojos (conjuntivitis) y dermatológicos (dermatitis, micosis).
Las medidas a
considerar para prevenir la presencia de estos padecimientos serian las
siguientes:
a) Control de factores ambientales: Los parámetros estándar de conservación
para libros y documentos hace tiempo se determinaron en 50% de humedad relativa
y 18-20º C de temperatura, no obstante esto dependerá del lugar en el está
situado el edificio. (Bello, 2002)
Sin embargo, en la
actualidad se reconoce que probablemente no es práctico ni realista mantener la
temperatura de un edificio en una misma cifra durante todo el año,
especialmente en áreas que presentan variaciones extremas de temperatura, sin
incurrir en grandes costos. Las fluctuaciones severas o “variaciones cíclicas”
de temperatura y humedad relativa provocarán más daño que lecturas altas pero
constantes; por lo tanto deben evitarse.
Si la temperatura
sube sobre 20ºC (72ºF), es vital que los niveles de humedad relativa no
aumenten o disminuyan más allá de los niveles aceptables. En instituciones, a
menudo las temperaturas están determinadas por lo que se considera apropiado
para el confort de las personas en actividades sedentarias, alrededor de
20-22ºC (68-72ºF).
Fijar los niveles de
humedad relativa es siempre un compromiso y, en gran medida, está influenciado
por diversos factores:
1) La naturaleza de las colecciones
2) Las condiciones climáticas locales
3) La disponibilidad de recursos para el control ambiental
En lugares húmedos,
donde la humedad relativa no baja más allá del 65%, y durante largos períodos
es aún mayor, es necesario mantener una buena circulación del aire para evitar
la formación de hongos.
En lugares secos,
donde la humedad relativa raramente sube más allá del 45%, todo lo que se puede
esperar es mantener un nivel entre 40 y 45%. Una vez más, la clave es evitar
fluctuaciones, en un área donde la humedad relativa se mantenga idealmente a no
menos del 45%. (Adcock, 1989)
Al controlar estos
factores, no sólo se beneficia la colección documental al mantenerse en buen estado,
también ayuda a disminuir la formación de moho, bacterias e impide que sea un
lugar prospero donde puedan anidar insectos y roedores.
b) Limpieza del material
Realizar limpieza
rutinaria de pisos y estanterías con aspiradora o paños húmedos, no se deben
usar plumeros.
Los paños para
limpiar el polvo de los libros, deben reemplazarse frecuentemente y no utilizar
los mismos con los que se realice la limpieza de los estantes. (Bernal, 2011)
Si el material ya se
encuentra infestado y el brote de hongos es pequeño y el equipo limitado, lleve
los objetos fuera del edificio; en un día tranquilo y cálido, cepíllelos con
una brocha blanca suave en dirección opuesta a usted y a favor del viento, si
se emplea una aspiradora debe tener un filtro HEPA (High Efficiency Particulate
Airbone) (Adcock, 1989)
c) Uso de Equipo de Protección Personal (EPP)
Recordemos que
hablamos de que estamos expuestos a agentes biológicos por lo que el EPP,
consistirá en batas, respirador, guantes desechables, y si se va a trabajar por
un tiempo prolongado, cofia y protección en los ojos. (Martí 2000)
No es recomendable el
uso de cubre bocas, los respiradores están diseñados específicamente para
proporcionar protección respiratoria al crear un sello hermético contra la piel
y no permitir que pasen partículas que se encuentran en el aire, entre ellas,
patógenos.
Los cubre bocas
pueden ayudar a bloquear las gotitas más grandes de partículas, derrames,
aerosoles o salpicaduras, que podrían contener microbios, virus y bacterias,
para que no lleguen a la nariz o la boca. Sin embargo, se usan principalmente
para procurar proteger a los pacientes de los trabajadores de la salud,
reduciendo su exposición a saliva y secreciones respiratorias. No crean un
sello hermético contra la piel ni filtran los patógenos del aire muy pequeños,
como los que son responsables de enfermedades de transmisión aérea. (NIOSH,
2015)
Respirador de partículas. Estos respiradores
únicamente protegen contra materiales particulados. No brindan protección
contra sustancias químicas, gases o vapores y su propósito es proteger
únicamente contra niveles bajos de peligro. El respirador que cubre la cara y
filtra el aire y que se conoce comúnmente como el "N-95" es un tipo
de respirador de partículas. Los respiradores de partículas son
"respiradores que purifican el aire", porque limpian el aire que
usted respira de materiales particulados (imágenes 2 y 3)
Imagen 2. Cubrebocas
Imagen 3.
Respirador de partículas
Procedimiento para colocación y retiro de respiradores desechables
-
Antes de tocar el respirador, lávese las
manos cuidadosamente con agua y jabón.
-
Si ha usado con anterioridad un respirador
que le ha ajustado bien, debe volver a usar el mismo tamaño, modelo y la misma
marca.
-
Revise si el respirador está en buenas
condiciones. Si el respirador está dañado. NO LO USE. Consiga uno nuevo.
-
Cualquier cosa que se interponga entre el respirador
y su cara hará que el respirador pierda eficacia. Evite que haya vello facial,
hebras de cabello, joyas, lentes o prendas de vestir entre el respirador y su
cara o que estos impidan el buen ajuste del respirador a su cara.
1. Coloque el respirador en la palma de su mano con la parte que se coloca
sobre la nariz tocando los dedos (imagen 4)
Imagen 4.
2. Agarre el respirador con la mano empuñada, con la parte que se coloca
sobre la nariz tocando los dedos y dejando que caigan las bandas libremente
sobre la mano (imagen 5)
Imagen 5.
3. Póngase el respirador debajo de la barbilla con la parte que se coloca
sobre la nariz mirando hacia arriba. La banda superior se coloca sobre la
cabeza, descansando en el área superior de la parte de atrás de la cabeza. La
banda inferior se coloca alrededor del cuello y debajo de las orejas. Las
bandas no se deben cruzar una sobre la otra. Si el respirador solo tiene 1
banda, debe descansar sobre el área superior de la parte de atrás de la cabeza
(imagen 6)
Imagen 6.
4. La mayoría de los modelos de respiradores desechables tienen un gancho
de metal en la parte que cubre la nariz. Coloque la punta de los dedos de ambas
manos en la parte superior del gancho de metal que cubre la nariz. Deslice
hacia abajo la punta de los dedos por ambos lados del gancho de metal que cubre
la nariz para moldear el área y que tome la forma de la nariz (imagen 7)
Imagen 7.
Cuando se ponga un respirador
siempre revise que esté bien ajustado, esto se puede realizar en dos pasos:
1.
Primero, coloque ambas manos sobre el
respirador tapándolo completamente, después aspire un poco de aire para revisar
si el respirador se ajusta totalmente a su cara, asegúrese de no cambiar la
posición del respirador
(imagen 8)
Imagen 8.
2. Luego, coloque las manos sobre el
respirador tapándolo completamente y bote el aire por la nariz (imagen 9)
Imagen 9.
3. Si durante cualquiera de los pasos anteriores, se filtra aire alrededor
de la nariz, reajuste la pieza de la nariz según lo indicado anteriormente. Si
se filtra aire por los lados de la mascarilla, mueva las bandas a lo largo de
la cabeza hasta que se obtenga un ajuste adecuado (imagen 10)
Imagen 10.
4. Si no puede obtener un ajuste y sello apropiado, solicite la ayuda de
otra persona, pruébese otro tamaño del mismo modelo o un modelo diferente, los
diferentes modelos de respiradores se ajustan en forma diferente a la cara. NO
trate de obtener un mejor ajuste haciéndole “nudos” a las bandas para
acortarlas.
Al quitarse el respirador:
1. La parte exterior del respirador puede estar contaminada, ¡NO LA TOQUE!
(imagen 11)
Imagen 11.
2. Tome la banda inferior y hálela sobre la parte de atrás de la cabeza sin
tocar el respirador, haga lo mismo con la banda superior y quítese el
respirador con cuidado (imagen 12)
Imagen 12.
3. Bótelo en un recipiente para
basura y lávese las manos cuidadosamente después de quitarse el respirador (imagen
13)
Imagen 13.
Guantes: Los autores difieren en el tipo de guantes
a usar, de algodón o de látex, independientemente del material de cual sean,
deben cumplir con ciertos requerimientos:
-
Deben dar una protección eficaz sin
suponer un riesgo adicional para el usuario, por lo que han de cumplir con los
requisitos legales de fabricación, adaptarse a la anatomía y condiciones de
salud de las personas que los usan y ser compatibles entre sí.
-
Al elegir los EPI hay que tener en cuenta
que: la protección que ofrece el equipo sea la necesaria para el riesgo
evaluado, que su uso no ocasione peligros adicionales, que en lo posible no
interfiera en el proceso productivo y que se adapte a las condiciones de salud
y ergonómicas de cada usuario. http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/TextosOnline/ErgaPrimaria/2005/Numero15_2005.pdf
Sólo hay unos puntos
a resaltar, que aplicar a cualquier EPP, como la marca la NOM-017 STPS 2008,
deben estar en buen estado (si estuvieran rotos, no hay que repararlos, hay que
desecharlos), deben de ajustar de modo que permitan movimientos libres y
seguros y no entorpezcan la labor a realizar y deben ser para uso exclusivo del
área de trabajo.
En el caso de usar
guantes de algodón, se deben de limpiar de tiempo en tiempo, no se puede
definir un periodo específico, porque dependerá de las jornadas de trabajo y de
que tan sucios estén los libros.
Respecto a los
guantes de látex, se deben desechar en cuanto se termine la jornada de trabajo.
Además, en ambos
casos, es recomendable mantener las uñas cortas.
Utilización correcta de los guantes:
- Colocación: Extienda los guantes para que cubran la parte del puño de la manga o la bata de aislamiento. http://www.msssi.gob.es/servCiudadanos/alertas/pdf/protocoloCentrosSanitarios.pdf
Cómo quitarse los guantes:
1. Con guantes en ambas manos, estire del exterior de uno de los guantes
desde la parte superior de la muñeca, con cuidado de no tocar la piel (imagen
14)
Imagen 14.
2. Retire este primer guante, alejándolo de su cuerpo, desde la muñeca
hasta las puntas de los dedos y dándole la vuelta (imagen 15)
Imagen 15.
3. Sujete el guante que acaba de retirar con la mano que aun tiene el
guante (imagen 16)
Imagen 16.
4. Con la mano que no tiene el guante, retire el segundo guante insertando
los dedos dentro del mismo por la parte superior de la muñeca (imagen 17)
Imagen 17.
5. Dele la vuelta al segundo guante alejándolo del cuerpo y meta el primer
guante dentro del segundo (imagen 18)
Imagen 18.
6. Deseche los guantes con seguridad. No reutilice los guantes (imagen 19)
Imagen 19.
7.
Lávese las manos
inmediatamente después de quitarse los guantes y antes de tocar otros objetos o
superficies (imagen 20). http://espanol.cdc.gov/img/cdc/ES_40525.pdf?pdf=image
Imagen 20.
d) Medidas higiénicas:
Posterior a
manipulación de los archivos o documentos contaminados, lavado de manos antes
de tocar otros objetos o superficies.
Las batas y todo el
EPP son para uso exclusivo del área de trabajo, no se debe de utilizar como
ropa del diario.
Estas medidas son
para no esparcir los agentes biológicos correspondientes a moho y bacterias.
Conclusiones:
Las condiciones de
humedad y temperatura desfavorables, además de dañar los archivos, también
favorecen a la generación de ácaros, moho, bacterias, amidación de insectos y
roedores, lo cual repercute en la salud del trabajador, mediante la presencia
de enfermedades alérgicas (rinitis, asma, conjuntivitis), que pueden derivar a
complicaciones respiratorias (neumonitis) y que además, pueden generar también
padecimientos dermatológicos (dermatitis, micosis)
Lograr condiciones óptimas
de temperatura y humedad puede llegar a ser difícil, debido a lo cambiante que
puede ser el clima en algunas regiones del país, además de que algunas
instalaciones no fueron construidas para la conservación de documentos, sino
que fueron construcciones que se modificaron para tal fin, es por ello, que
para poder controlar los casos de personal que ya cuenta con alguno de los
padecimientos mencionados, y prevenir la aparición de nuevos casos, se debe
hacer énfasis en las medidas de limpieza de los acervos y de las áreas en donde
se encuentran.
Y no es menos
importante, capacitar al personal sobre las ventajas del uso del equipo de
protección personal y su correcto manejo.
Rafael García
Martínez
Maestro en Ciencias
en Salud Ocupacional Seguridad e Higiene
Ced. Prof.
9687992
Correo: rafaga0martinez@gmail.com
Mónica Figueroa
Cisneros
Corrector de estilo
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